Durante la semana pasada el Banco Central
realizó la observación que los cambios legales de la disminución de la jornada
laboral y el aumento del empleo mínimo ha afectado negativamente el empleo en
Chile. Esta aplicación asociada a la política de rentas o remuneraciones de la
política económica trae consigo una discusión que se tiende a dar en el
ejercicio de la politica económica de un país. Lo que “debiera ser” que inspira
a la economía normativa desde el punto de vista de los que formulan la
política, que desea, lo mejor en
bienestar para la sociedad.
Pero, desde el punto de la economía positiva, lo
sistemas económicos poseen una capacidad para sustentar los cambios y eso se
relaciona en este caso con varias variables que se deben considerar para su
análisis, una de ellas es la dotación de capital y trabajo que existen en la
economía, a mayor capital que trabajo, más productiva es la mano de obra y por
ello se podría sostener mayores exigencias como las normadas. Por otra parte,
se debe evaluar la calidad de la mano de obra existente si está bien preparada
y capacitada con sus competencias. Además, se debe considerar las capacidades
de las empresas para contratar lo que se asocia a su tamaño organizacional y
productividad, y en este sentido las micro, pequeñas y medianas empresas qué
capacidad poseen para enfrentar lo normado. Si son empresas que poseen un nivel
reducido de capital y tienden a tener más mano de obra contratada que capital,
y si el trabajo contratado no es altamente especializado podría no tener la
capacidad para mantener una nómina de trabajadores para enfrentar los desafíos
de mayor salario mínimo y menor jornada laboral. Especialmente, si éstas
contratan casi el 65% del empleo formal en el país.
Estas exigencias implementadas puede generar que muchas empresas para subsistir tendrían que acudir a operaciones informales, es decir, contratar personas sin contrato de trabajos y pagos de leyes sociales previsionales, deteriorando el bienestar esperado.
Cuando se formulan políticas económicas de lo mejor deseado,”first best”, que a veces no es lograble por no tenerse los recursos para concretarlo se recurre a una segunda alternativa el “second best” que permita que lo esperado sea un logro parcial, complementado con otras políticas en el tiempo que se aproximen a lo perseverado. Esta discusión es política y técnica que se da entre los poderes ejecutivo y legislativo, que debe ser muy bien hecha para evitar efectos no deseados.
Dr. Héctor Varas M.