Al inicio de cada año surge la consulta cómo se comportará la economía y para ello se analizan las expectativas existentes tanto para el contexto internacional como nacional. En lo internacional, se está en espera que el Sr. Trump asuma su segundo período presidencial en Estados Unidos, donde ya ha señalado algunas posibles decisiones de su política exterior, que afectarían indirectamente a Chile. Se proyecta que aplicará una política aislada y proteccionista aumentando aranceles de importación del 20% y 60% a los productos con procedencias desde China pretendiendo aumentar el empleo interno, lo que implicaría la disminución del volumen de comercio internacional y para Chile grandes posibilidades de deterioro de los precios de las exportaciones, afectando su PIB por disminución de la demanda externa. Por otra parte, habrá una política más estricta de inmigración aumentando la deportación desde EE.UU. lo que aumentará la presión de inmigración para Latinoamérica, entre ellos Chile.
Por otra parte, reducirá los
impuestos, lo que atraerá la inversión al interior de EE.UU. lo que invita un
crecimiento hacia adentro, lo que motivará el movimiento de divisas hacia EE.UU.
fortaleciéndose el dólar, y la depreciación para las otras monedas, aumentando
la presión inflacionaria para otras economías como la chilena.
A lo anterior, se suma la presión
de la guerra entre Ucrania y Rusia, con el complemento de la incorporación de
Corea del Norte, más la posible actuación de China respecto de Taiwán que es
una amenaza latente, complementándose con el conflicto de medio oriente entre
Israel e Irán y grupos terroristas.
En lo interno, se presenta el
problema de una baja inversión con una burocracia lenta y restrictiva para la
implementación de inversión; un consumo muy comprimido, con dificultades en la
obtención de créditos, especialmente los hipotecarios que no permiten reactivar
la economía; con una carga tributaria alta y con una economía informal de tipo
estructural; más la percepción de la frecuencia de delitos como robos,
homicidios, secuestros, la intensificación del crimen organizado en tráfico de armas
y drogas, no es un escenario adecuado para invertir.
En otras palabras, no se aprecia
un escenario que permita visualizar un mayor crecimiento debido a la carencia
de decisiones internas de parte de la ineficiencia del Estado para intensificar
la actividad productiva, y permita aumentar el empleo formal.
Dr. Héctor Varas M.
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