Hace muy poco este columnista escuchó una exposición acerca de la potencialidad de la actividad turística para Tarapacá, y entre los diversos activos que posee la región cuenta con varios atributos que se han puesto en valor y otros que potencialmente pueden ser de interés para los potenciales turistas.
Entre los que actualmente son muy
conocidos como las playas y actividades acuáticas como buceo, surf, bodysurf; clima
muy favorable para la práctica de parapente, kitesurf, sandboarding en el Cerro
Dragón, excursiones al altiplano. Por otra parte, se posee un rico patrimonio
arquitectónico de la época del auge salitrero, La Torre del Reloj, el Museo
Corbeta Esmeralda, la Oficina Salitrera Humberstone (Patrimonio de la Humanidad
por la UNESCO), geoglifos y petroglifos, excursiones al altiplano son algunos
ejemplos concretos. Posee buenas instalaciones hoteleras y establecimientos
gastronómicos que se complementa con productos de la zona como la quinua, y
frutos subtropicales.
Pero, también faltan algunos
aspectos que son importantes y que se debe perseverar en ellos tales como: un
buen terminal rodoviario tecnológicamente avanzado, seguro e higiénico;
movilización colectiva en el interior de la ciudad con trato agradable hacia el
turista; señalética orientada al turismo en lo posible en español e inglés; un
entorno limpio, ordenado y con servicios básicos de calidad. Poner en valor la
diversidad cultural que han traído consigo los inmigrantes de diversas
nacionalidades que han adoptado a la región como zona de residencia definitiva,
lo que puede potenciar la gastronomía y costumbres. Las obras de teatros que se
han realizado en la región relacionado con las salitreras y que se pueden
complementar con la Guerra del Pacífico para potenciar un corredor turístico
relacionado con el combate de Iquique, Batalla de Tarapacá, batalle de Dolores,
desembarque de Pisagua.
Todo esto involucra una educación
de actitudes de civilidad de respeto hacia la ciudad en términos de estética y
que sus habitantes se preocupen por la limpieza de los frontis de sus casas,
aceras y también en las áreas de estacionamientos públicos. Especialmente los
que circundan las playas, que cada fin de semana terminan con basura tales como
botellas, cajas, vasos en sus pisos lo que muestra que a la ciudad le falta un
concepto educativo de “no ensuciar” para ofrecer a los turistas una ciudad
limpia, acogedora, y segura.
Dr. Héctor Varas M.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario