Durante esta semana se celebra Fiestas Patrias, se conmemora el aniversario de la independencia de Chile, aunque muchos piensan que la verdadera independencia se logra con la derrota de las fuerzas reales, tras la Batalla de Maipú, el 5 de abril de 1818. Esta victoria, liderada por el general José de San Martín y Bernardo O'Higgins, consolidó el proceso independentista iniciado en 1810.
Se debe reconocer que el logro de
la independencia fue un proceso complejo, confrontación de líderes que poseían
sus diferencias, pero el logro de la independencia se debe al apoyo de diversas
clases sociales desde la aristocracia hasta campesinos, todos con el sueño de
lograr una nación independiente.
No obstante, en el transcurso de
la historia de Chile independiente no ha estado exento de divisiones y confrontaciones
sobre la visión de país, ejemplo de ellos son las revoluciones que ocurrieron:
la guerra civil de 1829-1830, se enfrentaron liberales y conservadores por el
control del poder político que luego marcó el inicio de un período de
estabilidad política bajo el dominio de los conservadores. La revolución de
1851, considerada como la última sublevación de las provincias en cuestionar el
poder centralizador de Santiago, representó un intento por descentralizar el
poder político y la guerra civil de 1891, este conflicto enfrentó al presidente
José Manuel Balmaceda contra el Congreso Nacional, selló el fin del
autoritarismo presidencial y el inicio de una nueva etapa política. Obviamente
han existido una serie de conflictos importantes, por lo general iniciados por
las diversas élites políticas, como ocurrió en el siglo pasado.
Actualmente, se percibe que esta
división continúa, se puede apreciar gobiernos de cuatro años con una serie de
promesas electorales que no son logrables en sus períodos, y solo terminan con
el desprestigio de las mismas autoridades políticas, donde se carece una visión
de estado de largo plazo, y solo se pondera fuertemente el corto plazo, para
lograr alcanzar el poder.
No se percibe una visión de
Estado, no ha habido gobierno alguno que proponga la reconversión de las
actividades económicas que son necesarias debido a los diversos acontecimientos
derivados de innovaciones tecnológicas y al inevitable agotamiento de recursos
naturales no renovables, especialmente relacionados a la minería, que son
necesarias para la estabilidad política futura del país.
Dr. Héctor Varas M.
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