Después de una semana legislativa
intensa el Congreso aprobó la ley para que los afiliados de las AFP puedan
hacer el retiro durante un año del 10% de los fondos de pensiones, lo que
comenzará a ocurrir desde los primeros días de
agosto si lo solicitan desde el jueves 30 de este mes como lo faculta la
ley. Este retiro de recursos de las AFP trae consigo varios efectos
macroeconómicos para Chile.
Se sienta precedente que se
promulgó una ley sin el análisis técnico riguroso por parte del Estado de
Chile, de una iniciativa que se generó en el Congreso y que puede ser observada
como una medida interpuesta al poder ejecutivo complementado con carencia de
gobernanza, lo que podría implicar una variación en el Rating de la
calificación de la deuda en Chile que hoy es A1, considerada como grado medio
superior, por Moody’s agencia calificadora de riesgo internacional.
Por otra parte, los fondos que se
van a a liquidar en el mercado se relacionan con acciones, bonos del Banco Central
y de bancos, depósitos a plazos, entre otros. Cuando se discutía el proyecto de
ley, se señalaba que las personas podrían retirar los fondos en un plazo máximo
de 30 días, y que en el mercado estos activos financieros se verían afectados
en sus precios. Pero, con la ley promulgada se podrá hacer durante un año lo
que podría disminuir la presión a la baja- No obstante, el Banco Central ha
señalado que actuaría en el mercado comprando activos, disponiendo de US$
10.800 millones lo que arbitraría el precio hacia una menor volatilidad.
Respecto del uso que harían las
personas de los fondos retirados, gran parte de ellos – 60% - lo van a destinar
a consumo, especialmente por los sectores de menores ingresos, según la
encuesta de la Cámara Nacional de Comercio. Además, este mayor consumo va a
tener un impacto favorable en el PIB que se ha estimado en un 3 a 3,5%, y si se
ha proyectado una caída cercana del 7% anual, mitigaría la caída cercana a un
4%.
Adicionalmente a lo señalado,
existe la posibilidad que una parte de la población de mayores ingresos no lo
destinen a consumo, sino que los fondos retirados los inviertan en la cuenta de Ahorro Previsional Voluntario
– APV -, con el consiguiente ahorro de impuesto que implica el ahorrar en esta
cuenta, y por este motivo se ha calificado desde el punto de vista tributario
como regresivo dado que el retiro de los fondos está exento de impuestos, lo
que implica una menor recaudación para el Estado.
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