Hace algunos
años se inició la investigación de algunas cepas existentes en el tamarugal por
parte de un grupo de académicos de la Universidad Arturo Prat, logrando
establecer que no existe código genético semejante a nivel internacional,
considerándose como una cepa suigéneris de este territorio, denominada cepa de
Tamarugal.
Con recursos de
Fondos de Innovación de Competitividad y con el apoyo del Gobierno regional por
varios años, se ha logrado producir el vino del Tamarugal, a partir de estas
cepas originarias, que habría sido internada por los españoles desde 1548, y
con registro de producción hasta 1930, en los lagares de la zona.
Desde el año
2003 se inició el rescate de las cepas identificadas en la zona por parte de
los académicos de la Universidad, que con sus esfuerzos y complementados con el
microclima, con altos contrastes de temperaturas extremas desde 38 grados a -2
grados Celsius, donde las características de humedad y del suelo han hecho
posible el renacimiento de estas cepas, potenciando un gran valor agregado
agrícola y turístico para la Provincia del Tamarugal.
Ya en Tarapacá
se habla de las cepas Groscolman, Tamarugal y Pais, esta última cultivada por
algunos empresarios innovadores de la Región, hacen posible una realidad que
promete mucho para el futuro vitivinícola de la zona, como ya ocurrió hace
décadas en la región de Atacama, en las cercanías de Copiapó.
Más el proceso
de experimentación científica de densidades de parras y orientación de los
cultivos, asociados a la protección con tamarugos, están logrando resultados,
que tarde o temprano serán traspasados como conocimiento a los agricultores de
la zona que tendrán opciones de diversificar sus posibilidades productivas,
evaluando sus respectivos costos de oportunidad en el negocio agrario.
El hecho que la
cepa del Tamarugal haya obtenido un premio internacional, ganadora durante el 2018 de la medalla de Oro del Concurso
Internacional Catad'Or Wine Awards,
permite visualizar buenos augurios, para el desarrollo futuro industrial
vitivinícola de la Región.
El sueño y las
expectativas del Intendente actual, quién manifestó en la inauguración de la
ruta turística del Vino del Desierto, que al igual que el resto del país, se
logre en Tarapacá que la actividad agrícola, acuicultura y pesca logre alcanzar
el 5% del PIB Regional, una esperanza que constituye un gran desafío en la región,
en un contexto del resguardo del medio ambiente de una verdadera economía
circular.
Julio 2019
No hay comentarios.:
Publicar un comentario