A mediados del siglo pasado para
lograr obtener instrucción avanzada se requería permanecer en grandes ciudades,
en centros de instrucción exclusivamente presenciales, esperando al profesor
que transfiriera conocimientos en aulas o laboratorios. Se tenía que incurrir en
costos logísticos de traslados y hospedaje. Los textos avanzados era solo posible
encontrarlos en grandes bibliotecas exclusivas e incluso con dificultades de
obtener reproducciones.
No obstante, la humanidad
contemporánea vive con los medios digitales la revolución del conocimiento, donde
la forma de adquirir instrucción ha cambiado radicalmente, el avance de las
tecnologías de la información está modificando plenamente a la sociedad, y las
formas presenciales de transferir conocimientos están quedando obsoletas en
algunas disciplinas. Hoy es el aprendiz que protagoniza sus procesos de
aprendizaje construyéndolo de acuerdo a sus necesidades que le exige su propio
entorno, con ayuda de tutores puede sumergirse en las diversas nubes de
almacenamiento de información para adquirir los textos más avanzados de las distintas
áreas de su interés.
Actualmente, la formación técnica
y profesional, especialmente las post especializaciones, pueden adquirirse por
medio de internet a diversas instituciones de educación superior en el mundo,
con medios multimediales de audio, video, hipertextos y con simulaciones
virtuales de 360°, logrando imprimir información, tanto en superficie como
figuras 3D, de acuerdo a los requerimientos de cada materia que se pueden homologar
en función de sistemas de créditos transferibles universalmente aceptados.
Un estudiante puede obtener
formación curricular de diversas materias, en distintas universidades, logrando
consolidarlas con la finalidad de lograr su grado académico en una Universidad
o Instituto que se las reconozca. Situación que está obligando a las entidades
de educación superior especializarse en materias específicas de acuerdo a sus
ventajas competitivas científicas que se derivarán del conocimiento adquirido
en sus avanzadas investigaciones, con la finalidad de ofrecer los materiales de
instrucción con la máxima calidad posible para atraer a los interesados.
Para ello, las instituciones de
educación superior deberán constituir alianzas entre ellas, para lograr homologar
sus calidades y, de esta forma, poder ser parte de este nuevo proceso de
aprendizaje globalizado competitivo que proviene desde la revolución digital.
Junio 2019
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