Dr. Héctor Varas M.
Durante la semana pasada llamó la atención el
hecho que se comienza a tener mayor conciencia de la informalidad de la
economía chilena. Uno de los antecedentes que se puede considerar como
evidencia de la informalidad es la contratación de trabajadores sin el pago
respectivo de las cotizaciones previsionales, recibiendo solo parte de sus
remuneraciones lo que corresponde solo al pago líquido de sus sueldos.
Por otra parte, en el último trimestre se ha
dado un crecimiento de la fuerza laboral que supera al nivel de personas
contratadas, lo que señala que el crecimiento económico no es suficiente para
lograr contratar a las personas que buscan trabajo, lo que implica que la
reactivación económica ha sido baja, y se interpreta en parte por las políticas
monetarias restrictivas del Banco Central para disminuir la inflación y la
carencia de confianza de empresarios para invertir, dado las diversas
situaciones pendientes relacionados con la reforma tributaria, reforma laboral
y lo que deberá asumirse por la reducción de la jornada laboral de 45 horas a
40 horas, teniendo un costo real adicional para los empleadores.
Además, de lo señalado se aprecia el aumento de
las fuentes de empleo informales, y no se ha logrado recuperar el nivel de
empleo nacional previo a la pandemia, el mayor efecto negativo ha sido para
personas jóvenes y sin especialización con mayor incidencia en el sur de Chile.
Para este año 2024, la capacidad de creación de
empleo se estima en 100.000 y la fuerza laboral disponible se estima en
224.000, por ello la incapacidad de aumentar el empleo se continuará
arrastrando, con el problema social que se presentará como un colateral no
deseado para los habitantes que residen en Chile.
El Estado tratará implementar un subsidio
específico para la contratación formal para mitigar las actividades informales,
esto es muy importante para la Región de Tarapacá que a pesar de tener una baja
tasa de desempleo del 5,5%, menor a la nacional, lo que muestra que mantiene un
buen índice de empleo. No obstante, persiste con un registro de 35,2% de tasa
de ocupación informal para el trimestre móvil noviembre 2023 a enero 2024, la
que se estima en 67.810 personas, de los cuales los hombres participan con una
tasa de ocupación informal de 33,9% y las mujeres con 36,8%.
Desde este punto de vista, se presenta
claramente una precariedad del tipo de empleo para estas personas, lo que se
corrobora con el aumento des trabajadores por cuenta propia con 9,2%, según el
trimestre analizado.
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