Dr. Héctor Varas Meza
El profesor Philip Zimpardo
realizó un experimento de psicología social. Dejó dos autos abandonados en la
calle, dos autos idénticos, la misma marca, modelo y hasta color. Uno lo abandonó
en el Bronx, por entonces una zona pobre y conflictiva de Nueva York; y el otro
en Palo Alto, una zona rica y tranquila de California. El auto en el Bronx rapidamente fue
deteriorado por la acción humana, se les sustrajeros sus partes. En cambio el
vehículo en California no. Pero, luego se le rompió una ventana, pareciendo
abandonado, y así las personas fueron destruyendo el vehículo que presumían
abandonado, y las del barrio de California finalmente, tuvieron el mismo
comportamiento que las del Bronx. Se dedujo que el vandalismo no se trata de
probreza sino de la psicología social y las relaciones sociales, “Un vidrio
roto en un auto abandonado transmite una idea de deterioro, de desinterés, de
despreocupación que va rompiendo códigos de convivencia, como de ausencia de
ley, de normas, de reglas, como que vale todo. Cada nuevo ataque que sufre el
auto reafirma y multiplica esa idea, hasta que la escalada de actos cada vez
peores se vuelve incontenible, desembocando en una violencia irracional”.
Posteriormente, “En experimentos
posteriores (James Q. Wilson y George Kelling) desarrollaron la teoría de las
ventanas rotas, que desde un punto de vista criminológico concluye que el
delito es mayor en las zonas donde el descuido, la suciedad, el desorden y el
maltrato son mayores”.
Lamentablemente, en Chile se está viviendo esta
situación, pues ya no se percibe el asombro de la sociedad en general por los
diversos homicidios que están ocurriendo, o diversos delitos, el descuido en
varios ámbitos en el orden político, social, cultural lleva a reflexionar que
es normal la existencia de la criminalidad e incluso los incendios forestales
con desastre de viviendas y muertos, donde varios de ellos fueron intencionados.
Al parecer, la única solución que le queda a
Chile es la política de tolerancia cero, impulsada por el alcalde Rudolph
Giuliani de Nueva York, que al ver el metro deteriorado, sucio e inseguro, optó
por mantenerlo limpio, cuya estrategia se fundamentó en crear comunidades
limpias y ordenadas, no permitiendo transgresiones a la ley y a las normas de
convivencia urbana, convirtiendo a Nueva York en una ciudad segura minimizando
los delitos criminales, lo que no implica tolerancia cero hacia la persona que
comete el delito sino que contra el delito mismo.
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