Dr. Héctor Varas Meza
En este nuevo aniversario de la Patria, trae
consigo una reflexión sobre lo que le depara el futuro, tal vez este análisis
ha sido realizado innumerables veces por los chilenos que tuvieron la
oportunidad de orientar, guiar y liderarla en el pasado. Pero, actualmente
existe incertidumbre, y ésta no proviene exclusivamente de las actividades
económicas en Chile, que después de décadas ha tenido un modelo de crecimiento
existoso, que se ha logrado con sacrificio por parte de trabajadores y
empresarios, sino que ha surgido de las necesidades sociales y políticas propias
del país.
¿cómo es posible que después de 213 años de
esfuerzos para consolidar un estado nación, donde se han vividos varias
revoluciones que lograron llegar a acuerdos para continuar consolidando el
concepto de patria, el país esté aún dividido por el pasado desde 1970? Está
claro que esta división se inició mucho antes, víctimas y victimarios la
mayoría de ellos fallecidos, pero el país con su dolor e instancias de perdón
necesita seguir adelante, creando una visión futura nacional única para los
infantes, adolescentes, jóvenes de hoy, y para aquellos que están y han dado el esfuerzo de una vida para un Chile
cada vez con un mayor bienestar y equidad. Es extrañable como algunas personas
ya hablan de rechazo de una propuesta de carta constitucional sin conocerla en
plenitud. No cabe duda que se habla de la emocionalidad, pero un país exitoso
se debe construir desde la racionalidad, que permita otorgar un mayor bienestar
con anhelos factibles de realizar de acuerdo con las circunstancias de un
contexto global que es altamente competitivo y turbulento, especialmente
derivado de las tecnologías que modifican constantemente las actividades
productivas y de servicios.
El surgimiento de las redes sociales, conduce a
vivir una imagen virtualizada que no necesariamente coincide con la verdad,
construidas desde breves mensajes sin contextos, que invita ir a sufragar en base a ideas aisladas que
integramos cognitivamente, pero no necesariamente constituye una veracidad y se
vota más por lo que parece ser, que lo que en realidad es.
Por ello, urge un plan comunicacional que
invite a leer la propuesta constitucional en plenitud antes de emitir juicios
de aceptación o rechazo, ¿se logrará este desafío? Solo el 17 de diciembre se
sabrá la respuesta con el plebiscito de salida.
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