Dr. Héctor Varas Meza
Dado el contexto inflacionario por las medidas
implementadas para enfrentar la pandemia con aportes en términos de gasto
fiscal y retiros de fondos previsionales que aumentó la cantidad de dinero en
la economía lo que implicó la presión de la demanda agregada tanto por el
consumo y gasto fiscal principalmente frente a una oferta agregada que no pudo
responder por las características propias de la inmovilidad de los oferentes
durante la pandemia, implicó el aumento de los precios.
La inflación tuvo un comportamiento de
tendencia ascendente desde junio 2021 llegando a tasas mensuales de 1,9% en
febrero del 2022, considerando que el Banco Central posee metas bianualmente
que la inflación fluctúe en un rango entre el 2 y 4%, se interpretó la amenaza
de la inflación para la economía en general, y esto se reflejó con la inflación
anual que fue de 7,2% y 12,8%, para los años 2021 y 2022, respectivamente.
La política monetaria implementada por el Banco
Central a partir del 15 julio de 2021 donde empezó aumentar gradualmente la
tasa de política monetaria desde 0,5% a 0,75%, y luego para terminar con un 4%
a fines de ese año, a junio del 2022 esta registraba un 9% y en diciembre
11,25% hasta hoy. Esta ha sido la política aplicada por el Banco Central con la
finalidad de contener la inflación como ajuste a la demanda agregada mediante
el efecto sobre la tasa interbancaria con el encarecimiento respectivo de la tasa
de interés y de esta manera contener la inversión y el consumo, con la
finalidad de contraer a la demanda agregada, adecuándose a las posibilidades
productivas de la economía del país.
La tasa de desempleo tuvo un comportamiento
asociado a la política monetaria, para julio del 2021 la tasa fue de 8,9% para
ir disminuyendo a diciembre a 7,2 %, muy similar al inicio de la pandemia. No
obstante, desde marzo del 2022 se comenzó a visualizar el efecto del ajuste
monetario donde se registró 7,8%, y se mantuvo durante el resto del año
llegando a diciembre con 7,9% para llegar en marzo del presente año a 8,3%.
Esto también se ha demostrado con el Producto
Interno Bruto, en sus respectivas variaciones mensuales que ha tenido un
comportamiento negativo en varios meses desde junio 2022, observándose que ha
habido una respuesta al ajuste monetario en términos de actividad económica.
Con este esfuerzo y sacrificio se espera que la
inflación de este año termine en 4,2% anual, y en 2024 en torno al 3% esperado.
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