Dr. Héctor Varas Meza
Para cualquier lector puede consultarse la
relevancia sobre la eficiencia de los mercados, especialmente cuando se trata
de inversión en activos financieros como acciones y bonos. Lo anterior, se
relaciona con la información disponible existente en el mercado, si los precios
reflejan el precio de los activos de acuerdo con la información disponible el
mercado es eficiente. El precio tendrá modificaciones cuando se incorpora al
mercado información nueva que no es predecible por éste.
Por tanto, en el contexto de un mercado de capitales, éste sería
eficiente cuando los precios de los activos que se intercambian en él se
incorporan de forma inmediata toda la información económica importante que
existe en el momento en relación con ese activo.
En otras palabras, los precios de los diversos activos que se
negocian en los mercados financieros eficientes contemplan toda la información
disponible, los que se ajustan total y rápidamente ante la presencia de nueva
información, que en teoría se considera gratuita.
Las grandes rentabilidades que se podrían
lograr en un activo, no es posible en mercados eficientes, sino que se dan en
aquellos mercados que los precios de los activos no contienen toda la
información disponible, existiendo la oportunidad para que los inversionistas
logren sus ganancias.
Por otra parte, es necesario siempre considerar
que las inversiones y su retorno esperado está asociado al riesgo, a mayor
rentabilidad es más alto el riesgo que se posee en el activo invertido y
viceversa.
No obstante, en los mercados se presentan
ciertas oportunidades de obtener rentabilidades, y desde el punto de vista de
la eficiencia de mercado se consideran como anomalías que suelen ocurrir en
determinados períodos calendarios. Un ejemplo de ello es el cambio de año, los
inversionistas tienden a aumentar su oferta de activos invertidos, acciones,
por las posibles expectativas de rentabilidades a obtener durante el año, que
se tienden a vender a fines de año y al comienzo del otro, que causa una
disminución de los precios. El otro corresponde los cambios de fines de mes e
inicio del siguiente, donde las acciones tienden a obtener rendimientos
positivos. Y el otro efecto, comúnmente se le denomina fin de semana, que el
viernes tiende a tener un rendimiento superior, y declina desde el lunes
siguiente, tal vez por el temor de los precios debido a la discontinuidad del
funcionamiento de la bolsa.
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