Para la opinión pública en general ha podido percibir claramente el aumento de los precios de diversos bienes y servicios de consumo en los últimos meses, con una inflación anual del 12,3%, durante el año 2022, registrado por el Índice de Precios del Consumidor y con una variedad diversa de distintos ítems de consumo, que modificó la relación relativa de los precios de los bienes que existían a principios del año pasado, es decir los precios de los diversos tipos de bienes y servicios variaron en proporciones distintas.
Si bien es cierto que las medidas contractivas
de política monetaria que tuvo que asumir el Banco Central con la finalidad de
lograr su meta de inflación bianual, de acuerdo con sus compromisos
institucionales, cuyo rango es una variación anual entre el 2 y 4%. No
obstante, se espera como expectativas que
la inflación para el año 2023 sea del 5,3%, con un rango entre 4,2 y 6,3%.
El hecho que Chile haya experimentado una alta
inflación anual trae consecuencias futuras de corto, mediano y largo plazo. En
el contexto del breve plazo, hay productos y servicios que pueden experimentar
una reducción de precios y esto depende del comportamiento de los mercados, en
términos de oferta y demanda, los que se relacionan principalmente con
productos relacionado con la agricultura y ganadería, cuya variabilidad depende
de factores climáticos y costos de transporte.
Por otra parte, se considera los bienes durables
de producción industrial, muchos de ellos transables y se ligan con el tipo de
cambio por sus componentes de insumos importados, que se relaciona muy
estrechamente con los precios de los bienes exportables, principalmente cobre y
los derivados del petróleo en el caso de las importaciones, afectando
internamente el sistema de precios. Pero, además, varios de ellos han sido
adquiridos desde el exterior con tipo de cambio alto, y muchas empresas esperan
vender sus stocks de inventarios importados, y otro se verán obligados a
liquidar para rotar su capital de trabajo.
En el largo plazo, existen bienes
inmobiliarios, cuyo arriendo o pago de dividendos, están directamente vinculados
a la inflación mediante la indexación diaria de acuerdo con el comportamiento
del IPC del mes anterior, y la participación relativa de sus gastos mensuales es
cercana del 25 a 30%, para gran parte de los chilenos, y estos valores en el
tiempo no van a disminuir y se van a quedar en el costo de vida permanente de
las familias.
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