Dr. Héctor Varas M.
El programa del próximo gobierno ha planteado
varias metas de tipo económicas que buscan lograr una mayor equidad social, que
deben ser evaluadas en su forma de implementación. Una de ellas es aumentar el
sueldo mínimo, lo que es deseable porque debería inducir a un mayor bienestar.
No obstante, se debe tener en consideración si la mano de obra no especializada
puede aportar, en términos de productividad, un valor superior a este sueldo
para que sea efectiva y sostenible su contratación.
El futuro gobernante y varios de sus asesores
en esta materia han señalado que este logro se debería materializar en forma
gradual e incluso en artículos de la prensa se ha indicado que se desea implementar
este primer año de gobierno el valor de $ 400.000, pero queda algo pendiente,
¿cómo lograr que el trabajo sea altamente productivo en Chile? Esta respuesta compete
al área de la educación, especialmente a la municipalizada y de capacitación para lograr oficios, y cuyas evidencias de
instrucción efectiva se obtienen en el mediano plazo con indicadores claros de
control que sean capaces de sustentar el aumento del sueldo mínimo, y que su fijación
no vaya a tener consecuencias de desempleo, y/o prolifere el empleo informal,
donde el remedio puede ser peor que la enfermedad.
Por otra parte, los indicadores de
productividad total de factores en Chile publicadas por el Banco Central en los
últimos años señalan que desde 2006 al 2011 creció en promedio al 5,06% y, desde
2011 al 2019 decreció en 1,03%, existiendo una diferencia promedio entre ambos
periodos de 6,05% negativa. A su vez, este informe destaca que las áreas de
servicios y las grandes empresas tendieron a disminuir la productividad, donde los
sectores de comercio, transporte y las pymes aumentaron; estos datos excluyen los efectos
del COVID 19.
Las Mipymes, unidades empresariales de tamaños pequeños,
que tienden a absorber parte de la mano de obra, siendo por lo general
intensivas en trabajo, han sufrido las consecuencias de las medidas sanitarias
del 2020 y 2021 derivadas de la pandemia, donde muchas de ellas han quedado
debilitadas en capital de trabajo, patrimonio y otras han dejado de existir.
El aumento del sueldo mínimo es un aspecto que
necesita ser evaluado en función de la situación de este tipo de empresas, lo
que representa un gran desafío para el futuro gobierno si desea cumplir con
esta promesa en forma sostenible y creciente sin desencadenar el desempleo
y empleo informal afectando el bienestar
de las personas.
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