El pulso de la economía del año
del 2020 fue muy incierto, especialmente los escenarios de corto plazo derivado
por las restricciones sanitarias que causó la propagación del virus COVID
19. Los pronósticos de crecimiento de la
economía chilena antes de que se tuviera conocimiento de la existencia del
virus eran bastante reducidos, se enfrentaba las manifestaciones del
descontento social, el Banco Central proyectaba como crecimiento un rango de
0,5 a 1,5 % de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2020 y entre
2,5 a 3,5 % para el año 2021 en su publicación de Informe Política Monetaria (IPOM)
a diciembre del año pasado.
Transcurrido los primeros meses
del presente año, se tuvo conocimiento de los impactos que tuvo el virus en el hemisferio
norte, especialmente en China, Italia y resto de Europa, para que en marzo se
tuviera la presencia de la epidemia en Chile, donde se tuvo que enfrentar con
cuarentenas en función de las estadísticas registradas de contagio por comuna.
En junio, el Banco Central proyectaba un rango de decrecimiento entre -7,5 a
-5,5% del PIB, con gran incertidumbre derivado de los contagios y cuarentenas
que impedía las actividades económicas normales del país, y se preveía la
recuperación para el 2020 y 2021, a pesar de la incertidumbre del desarrollo y
producción de vacunas.
El próximo año, viene con una
serie de desafíos más allá de las normales que enfrentan las empresas y los
consumidores en términos de sus operaciones, inversiones, consumos, empleo,
entre muchos otros. Al menos se dispone de la certeza de disponer de las cuatro
vacunas más importantes derivado de la gestión gubernamental de Chile en su
adquisición, y esto permitirá mitigar los contagios entre personas inoculadas y
no vacunadas, y dependerá de la cadena logística de distribución desde sus
insumos hasta el paciente final.
El IPOM de diciembre del 2020,
estima que el presente año Chile tendría un decrecimiento del PIB de - 6,25 a
-5,75% y para el año 2021 de 5,5 a 6,5 % de mayor actividad, siempre y cuando
la segunda cepa que ha derivado del COVID 19, sea contrarrestada con las
vacunas existentes, situación que aún no se posee conocimiento, y es posible
que en el transcurso del primer trimestre se tenga alguna confirmación
científica.
Finalmente, el año 2021 representa
la esperanza para lograr restablecer gradualmente las actividades económicas
normales para satisfacer las diversas necesidades de Chile y el resto del mundo,
y con fe se espera que así sea.
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