Dr. Héctor Varas M.
El crecimiento de Chile para el
año 2021 ha sido pronosticado por medio de diversas expectativas de
instituciones nacionales públicas y privadas y también por diversos
economistas, que poseen un rango cuya tasa óptima estaría cercana del 7%,
considerando que la caída del producto interno bruto del año 2020, en cifras
preliminares fue de 5,8 %. Por lo tanto, la medición base del Producto Interno
Bruto (PIB) es bastante baja y desde allí se puede comprender que se espera una
tasa relativamente alta.
No obstante, es necesario
considerar que el aumento de la inversión fue del 19,8 en términos nominales
del PIB 2020, es decir, esto da una claridad relativa en cuánto a la capacidad
de crecimiento que tendría el país para el presente año y los venideros.
La mayoría de las proyecciones
que estiman crecimiento entre 5,5 % y 7%, se excluyen los potenciales efectos
que podrían existir por la pandemia, en especial lo que se refiere las
variantes que se han generado del Corona virus Sars Cov 2, y sus respectivos virus migrantes, de las cuales aún no existe certeza
científica que las diversas vacunas que se han logrado generar por medio de las
empresas de laboratorios química farmacéuticas, algunas con apoyo de
universidades, sean efectivas respecto de los virus que han mutados.
Se tiene la esperanza que gran
parte de las vacunas tengan algún grado de efectividad, y en el caso de Chile
que es el tercer país del mundo que más ha inoculado en forma proporcional a su
población, junto a los Emiratos Árabes e Israel, puedan lograr rápidamente su
reactivación económica si se hace efectivo el efecto rebaño, lo que permitiría
proyectar hasta un 7 % de crecimiento.
Para el caso de la Región de
Tarapacá cuyo comercio internacional, especialmente derivado de Zona Franca
disminuyó un 23% el 2020, se mantiene incierto su movimiento, dado que los
países compradores vecinos, no presentan un sistema organizado y metódico de
vacunas en comparación a Chile, y es posible que las reexpediciones se vayan
reactivando en forma más lentas que las ventas a zona franca de extensión y
resto del país. Por otra parte, el sector turístico perdió la oportunidad del
verano afectando al empleo en gastronomía y hotelería, lo que podría presentar
una recuperación durante el segundo semestre de este año. Finalmente, el sector
minero continuará con su actividad favorecido por el precio del cobre y sus
planes de inversiones.
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