Profesional posgraduado en administración

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Nos interesa aspectos económicos y comerciales de la Región de Tarapacá de Chile, Cono Central de Sudamérica. Emprendimientos, reestructuraciones estratégicas, operacionales y financieras, negocios internacionales.

28 de noviembre de 2021

Desarrollo Humano en Chile

 Dr. Héctor Varas M.

Por lo general la literatura económica aborda dos conceptos muy importantes crecimiento y desarrollo, palabras muy empleadas en la discusión en la arena política que en términos coloquiales de habla de igualdad o equidad. Por ello es importante analizar que ha ocurrido en términos de desarrollo en Chile, y para analizar si lo que se dice o se percibe es verdad, respecto de un Chile si ha avanzado en su desarrollo.

Uno de los indicadores más completos e íntegros que miden el desarrollo de un país es el Índice de Desarrollo Humano (IDH) elaborado por el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas que considera salud, educación, ingreso. Respecto del índice en general se puede destacar que Chile en 1990 ocupaba el lugar 50 entre 189 países del mundo y al 2019 registró en posición 43 del ranking mundial, en pleno período de pandemia, el país se mantiene en la categoría de países de desarrollo humano "muy alto" y lo sitúa a la cabeza de los países de Latinoamérica y el Caribe. Esto demuestra objetivamente que el país ha avanzado en términos de desarrollo.

No obstante, es importante señalar que el país creció en este índice de 1990 a 2013 de 0.70 a 0,83, ralentizando su crecimiento para los años 2014 en adelante, dado que al 2019 registró solamente 0,85, es decir los esfuerzos en aspectos de salud, educación e ingreso no han sido suficientes para mantener un crecimiento sostenido del indicador, y lo que se asocia a una caída también de la capacidad productiva del país.

Al analizar el índice en forma desagregada, se puede observar que entre 1990 y 2019 la expectativa de vida al nacer creció en 6,7 años (73,5 a 80,2), la media de años de educación en 2,5 años (8,1 a 10,6); los años de escolaridad esperados crecieron en 3,5 años (12,9 a 16,4) y producto nacional bruto aumentó en 155% (9.130 a 23.261 por paridad de poder de compra en USD $ 2017).

Si el IDH se ajusta por desigualdad que se relaciona por la disminución o descuento que se aplica al índice por desigualdades, éste se reduce desde 0,851 baja a 0,709 quedando en el ranking 51 entre los países.

Respecto a regiones, la Región de Tarapacá junto con Antofagasta y Área Metropolitana han sido las regiones que más han aumentado su IDH desde 1990 a 2018, la primera región (incluye Arica y Parinacota) en 1990 registró 0,727 y al 2018 0,862, similar al promedio del país.

15 de noviembre de 2021

Economía Chilena y Alemana

Dr. Héctor Varas M.

En más de una ocasión se ha visto en las entrevistas a algunos candidatos presidenciales que comparan a Chile con Alemania, y además periodistas de medios de comunicación nacionales relevantes en sus entrevistas, consultan acerca del gasto social que hace este país y por qué en Chile no se realiza algo semejante, cayéndose fácilmente en la creencia que es posible lograrlo.

Ambas naciones son muy distintas, especialmente respecto de su historia en aspectos sociales, culturales, económicos, políticos y tecnológicos, pero también desde su localización geográfica donde Alemania está cercana a países con población de altos ingresos. Si algo se puede compartir que tanto Chile como Alemania posee economías abiertas, sus exportaciones e importaciones están por sobre el 50% de su PIB (Producto Interno Bruto), 66% en el caso de Alemania y Chile con 52%.

Alemania posee 15,21 veces el producto interno bruto de Chile y en términos de población posee 4,27 veces más que Chile, por ello el ingreso nacional bruto per cápita en Chile alcanza US$ 13.470 y Alemania U$$ 47.060, cifras del año 2020, de lo que se deduce que la productividad de la población alemana supera a la de Chile. Un factor importante causal de esta diferencia es la formación bruta de capital en estos países, la valoración del activo fijo y existencias para dimensionar la capacidad productiva existente, Alemania el 2020 registró US$ 813.479 miles de millones y Chile logró US$ 52.857 miles de millones, es decir 15,39 veces más que Chile.

Si se analiza la deuda pública de Alemania, en 1990 registraba un 20,93% del PIB y para el año 2020 alcanzó 68,7% donde muestra su capacidad para endeudarse, si se compara con Chile, se ha dado una tendencia levemente inversa, en 1990 se tenía 43,44% y 32,54% del PIB durante el 2020.  

Por otra parte, en términos de gasto público, Alemania en 1991 gastaba el 46,30% de su PIB para llegar al 50,8 % en el 2020.  Chile en 1991 poseía un gasto del 21,40% y durante el 2020 logró un gasto del 29,24% sobre el PIB

Como se puede apreciar, Chile realiza un gran esfuerzo, pero no es coherente comparar ambas economías porque Alemania es más intensiva en capital y Chile no lo es, por ello la diferencia productiva entre ambos países. No se puede incrementar el gasto nacional sin que haya un soporte en términos de inversión que lo sustente, Chile debe aumentar su productividad previamente para que sea sostenible en el tiempo.

 

 

1 de noviembre de 2021

Desigualdad Económica en Chile

Dr. Héctor Varas M.

El concepto de igualdad o desigualdad económica siempre ha sido un punto de debate o discusión al interior de la sociedad chilena, especialmente por líderes políticos y ampliamente difundido por los medios de comunicación que inciden en la percepción de la ciudadanía, pero rara vez se recurren a los instrumentos económicos que lo miden y de esta forma evitar de caer en la demagogia.

Desde el punto de vista de la teoría económica existen varios indicadores estadísticos que lo pueden medir, entre ellos el Índice de Gini. Si se analiza históricamente este muestra que la inequidad de distribución del ingreso en Chile ha disminuido significativamente, este Indicador fluctúa por su diseño entre 100 y 0, la cifra de 100 representa  la máxima inequidad posible en el cual una parte de la población captaría todo el ingreso del país, si se dividiera la sociedad en 10 partes iguales, es decir en deciles, un decil captaría todo el ingreso; si el índice tiende a cero, existiría una distribución del ingreso perfecta, plenamente equitativa.

El Índice de Gini medido para Chile, según publicaciones del Banco Mundial, registra que ha tenido una tendencia a la disminución en 1990 donde este registró 57,2; 2000 52,8; 2010 46,0 y en 2017 44,4, es decir la distribución del ingreso ha tenido un mejoramiento significativo.

Por otra parte si se considera un indicador de desigualdad tomando como base los indicadores de Gini, Nelson, Atkinson, Theil y Palma, revelan que 1987 fue el año récord de desigualdad, posterior a la crisis de deuda externa, en aquel entonces el Índice de Gini registró 60, desde allí se presenta una disminución del indicador combinado de desigualdad hasta 2017 (Crispi, 2017).

En función de los antecedentes anteriores, señalan claramente que la desigualdad en Chile ha tendido a disminuir y para continuar en la senda de una mejor distribución del ingreso, se requiere mejorar el desempeño en sectores complementarios a la economía, principalmente aumentar la calidad de la educación que asegure una movilidad social efectiva, especialmente en todos los ciclos de educación y buscar la forma de mejorar el sistema previsional que complemente al actual, administradoras de fondo de pensiones, realizando los ajustes necesarios que permita resguardar  la capitalización de los fondos y la propiedad de estos para sus ahorrantes.